"Welcome Home", dijo el presidente Barack Obama, marcando el fin de la guerra en Irak |
En marzo de 2003, EEUU y el Reino Unido lideraron una coalición de dos operaciones llamadas “Libertad Duradera", dirigida por el lado estadounidense, y “Operación Herrick”, dirigida por las tropas británicas. Esa coalición fue formada con el fin de invadir a Irak y derrocar al régimen del dictador iraquí entonces en el poder, Sadam Husein. Ese hombre fue capturado en diciembre de 2003, y ejecutado en 2006. La invasión fue iniciada bajo la presidencia de George W. Bush (2001-2009) con el pretexto del desarme nuclear de Irak. El envío de tropas en el país supuso el inicio de una guerra en la que iban a perder la vida decenas de miles de civiles y más de 4 400 soldados estadounidenses.
Sin embargo, tras cerca de nueve años en el país, las tropas estadounidenses abandonaron a Irak esta mañana al ser trasladados los últimos 500 soldados en un convoy compuesto por 110 vehículos militares. Cruzaron la frontera sur de Irak hacia el territorio kuwaití. Esta retirada fue acordada en el pacto de seguridad firmado entre Washington y Bagdad hace tres años y en el acuerdo anunciado en octubre de este año entre Obama y Al Maliki, el primer ministro iraquí, al pactar ambos líderes una retirada progresiva que culminaría en diciembre. Es más, Barack Obama cumplió con la promesa que formuló durante su campaña electoral cuando aseguró que retiraría completamente las tropas norteamericanas enviadas a Irak.
Uno de los soldados del último convoy que cruzó la frontera entre Irak y Kuwait |
En agosto de 2010, Estados Unidos ya había acabado con las labores de lucha en el país asiático, pero sobre el terreno permanecieron miles de soldados que participaron, hasta el domingo 18 de diciembre, en la formación de las fuerzas iraquíes en el marco de una nueva operación llamada "Nuevo Amanecer". El objetivo era ayudar a las autoridades iraquíes contra los ataques terroristas o perpetrados por milicianos, garantizando la seguridad y la estabilidad hasta que el Ejército nacional estuviera formado suficientemente para asegurar la seguridad nacional sin ayuda exterior. Sin embargo, Irak admitió que sus fuerzas aéreas y su servicio de Inteligencia constituían sus principales puntos débiles, aun si aseguró que serían capaces de hacer frente al desorden público.
Los prisioneros de Estados Unidos fueron entregados a las autoridades iraquíes en los últimos días, y el viernes pasado, los iraquíes tenían el control sobre la última base militar norteamericana. Durante el conflicto, Estados Unidos llegaron a enviar a más de 170 000 soldados en unas 500 bases militares iraquíes, pero este sábado sólo quedaban 3 000 militares reunidos en una base.
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