Película dirigida por Sylvain Estibal
fecha de estreno: próximamente
(versión original - subtítulos en francés)
La historia trata de un pescador palestino de Gaza denominado Jafaar que, después de una tormenta, encuentra por completa casualidad un cerdo en su red de pescar. El animal cayó de algún carguero de procedencia vietnamita, pero sigue siendo vivo. Jafaar está determinado a liberarse del cerdo repugnante e impuro. Primero decide matarlo con una kalashnikov, pero por fin cambia de opinión. Se da cuenta de que podría ganar mucho dinero si encuentra a un comprador. Por eso, decide venderlo. En efecto, desde que Israel redujo de manera considerable el espacio autorizado para la pesca, ya no encuentra ningún pescado, lo que le deja sin dinero. En primer lugar, trata de venderlo a un jefe alemán de la ONU. Finalmente, se entera de que los Rusos de la colonia vecina elevan cerdos. Aun si son considerados como impuros también en las tierras israelíes, las colonias judías los aceptan por su increíble capacidad de detectar minas. Cuando Jafaar va a visitar a los Rusos para vender su hallazgo, estos le piden que traiga muestras del esperma del animal para fecundar las cerdas, ya que no tienen machos. Jafaar es un hombre pobre que vive al día y es capaz de todo para traer algo de dinero a casa para su mujer que cada día finge creerlo cuando promete que el día siguiente tendrá dinero. El protagonista representa al pueblo de Gaza y la miseria a la que tiene que hacer frente todos los días, así que las obligaciones impuestas por los militares israelíes.
El escritor y periodista francés Sylvain Estibal domina el tema y conoce bien la región. A través de esta obra se ha arriesgado a hacer del bloqueo de Gaza una comedia. Y lo hizo con éxito. Esta película trata de las similitudes que hay entre israelíes y palestinos y de la cohabitación de dos comunidades rivales. Por ejemplo, el cerdo es un animal juzgado impuro tanto por los judíos como por los musulmanes. Además, la violencia está presente en ambos campos. Se la nota en los ataques contra los palestinos y en los atentados anti-israelíes. Por lo tanto, se trata de una obra burlesca con un sutil toque de política. El director de cine Sylvain Estibal evita el compromiso político pero denuncia una situación inadmisible. Utiliza el humor al servicio de un mensaje de tolerancia y de paz y demuestra el carácter absurdo del conflicto entre Israel y Palestina por medio de burlas. En fin, una película que ciertamente provoca sonrisas, pero que a la vez no deja los espectadores insensibles.
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